A pocos días del Gran Premio de Singapur, Red Bull enfrenta uno de sus mayores desafíos logísticos y técnicos de la temporada. El reciente accidente de Checo Pérez ha dejado al equipo con un problema inesperado: la escasez de piezas de repuesto. Mientras la expectativa por el GP de Singapur crece, dentro de Red Bull hay preocupación y horas de tensión.
Un golpe inesperado
El accidente de Checo Pérez no solo afectó sus posibilidades inmediatas en el campeonato, sino que también ha puesto en riesgo el rendimiento global del equipo. Christian Horner, jefe de equipo de Red Bull, ha admitido que están en una carrera contra el reloj para tener todo listo para el fin de semana.
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“Tenemos escasez de repuestos”, reveló Horner en una entrevista con Auto Motor und Sport, dejando claro que la situación es crítica. Este tipo de problemas no son menores cuando hablamos de un equipo que pelea por mantenerse en la cima del campeonato de constructores.
Singapur: el reto más grande hasta ahora
El GP de Singapur, conocido por ser una de las carreras más exigentes del calendario, no da margen de error. Con un circuito callejero estrecho y con un alto desgaste de los autos, tener piezas de repuesto es esencial. Horner dejó claro que el equipo está trabajando contrarreloj.
“Tendremos que trabajar a plena capacidad en la fábrica durante cinco días para tener suficientes repuestos disponibles en Singapur el viernes”, confesó Horner, mostrando que el margen de maniobra es mínimo.
¿Hay que retroceder en el tiempo para saber cuál fue el problema?
Lo sorprendente es que en Red Bull creen haber identificado el momento en que se desvió la evolución del coche, retrocediendo hasta Barcelona 2023.
“Hemos rastreado el historial de desarrollo y resulta que el primer error nos ocurrió con una mejora de los bajos en Barcelona en 2023. Ese fue también el Gran Premio en el que Checo empezó a tener problemas con el coche. Pero no nos lo tomamos tan en serio porque Max siguió ganando”, afirma.
¿Podrá Red Bull solucionar la crisis?
El reto para Red Bull no es solo técnico, sino también logístico. La presión está sobre los ingenieros y mecánicos que deben asegurarse de que las piezas lleguen a tiempo y en perfecto estado para evitar sorpresas desagradables. Una falla en la disponibilidad de repuestos podría costarles valiosos puntos en la lucha por ambos campeonatos.
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