El picheo se lució en el debut de México en la Serie Mundial de Ligas Pequeñas ante Aruba, ya que el representativo de Matamoros, Tamaulipas tiró un no-hitter combinado con enormes actuaciones de los lanzadores Antonio Guerrero y Raúl Hernández Jr, quiénes amasaron 13 ponches.
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El picheo de México fue magistral
Guerrero fue un ejemplo de cómo plantarse en la lomita, pese a ser un niño, jugó como un grande y en cinco entradas de labor con el máximo de 85 lanzamientos que dicta el reglamento, dejó el juego ganado 2-0, con 12 ponches, ocho de ellos fueron consecutivos.
Raúl Hernández Jr. se llevó el salvamento al cerrar con brillantez la sexta entrada, con dos ponches más a la cuenta mexicana y un out que atrapó al hacer gala de reflejos en el montículo, que culminó con la victoria de la novena de Matamoros, Tamaulipas, en su presentación en la LLWS.
La ofensiva de México fue oportuna
Ulises Ortiz conectó el primer hit del juego con un largo sencillo, después Luis Longoria lo empujó a la intermedia con un toque de sacrificio. Después con un wild pitch, Ortiz corrió con toda el alma para aprovechar el error y con una barrida entrar quieto en home para romper el cero y poner en ventaja a México 1-0 sobre Aruba.
La segunda carrera vino después de que el pitcher de Aruba, Naivmar Angela se descontroló y se le llenaron las bases. Con dos outs, golpeó a un bateador mexicano y empujó de caballito la carrera anotada por Antonio Guerrero, con la que México aumentó la ventaja 2-0 sobre los caribeños.
México jugará el próximo viernes contra Venezuela para soñar con continuar con su camino, que en caso de ganar, su siguiente escala sería frente al vencedor del choque entre Japón y Puerto Rico.
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